Sinequias vulvares

Algunas niñas al nacer tienen un flujo blanquecino, un flujo que no produce a la bebé molestia alguna. Su nombre en nuestro vocabulario sanitario es leucorrea, y es producido por la carga hormonal de la madre, que pasa a la recién nacida, a través de la placenta y el cordón umbilical. No precisa consulta médica, irá desapareciendo en los primeros días de vida.

Otras niñas presentan sutiles hemorragias vaginales, también muy relacionadas con las hormonas maternas. Esta “falsa menstruación” puede ir acompañada de ingurgitación mamaria. La sangre suele durar poco tiempo, pero la ingurgitación mamaria puede persistir durante varias semanas. Tampoco es motivo de consulta médica.

Os aconsejo esperar, tener paciencia y confiar en que todo va bien. Si pasado el primer mes de vida, continua el flujo, el sangrado o la ingurgitación mamaria, aconsejo contárselo al profesional de salud, coincidiendo con la revisión de la niña sana.

Sinequias vulvares, ¿inofensivas?

Las sinequias vulvares son también inofensivas, pero se viven con mucha angustia en el entorno familiar. Os cuento:
Muchas niñas pueden tener los labios menores pegados. Algunas familias me escriben asustadas preguntando si sus bebés no tienen vagina, que a simple vista no la ven. Quiero contaros que el tener los labios menores pegados NO es una enfermedad congénita de la niñas, es algo inofensivo para la niña y que se soluciona sin necesidad de intervenir.

Las Sinequias de labios menores o también conocidas en la jerga sanitaria como sinequias vulvares, consiste, como os adelantaba arriba, en que los labios menores de los genitales de las niñas, situados en la vulva, aparecen pegados por una telilla blanca, muy fina, casi transparente, desde un labio menor al otro, impidiendo ver la vagina. Suele aparecer al nacimiento, y puede durar hasta los 2años.

La sinequias vulvares no son una enfermedad al nacimiento. Las niñas nacemos con los labios separados, pero cualquier irritación, pequeño traumatismo en la zona genital o alguna infección no diagnosticada, procesos inflamatorios como una dermatitis del pañal, falta o exceso de higiene, pueden ser responsables de producir esa telilla blanca o bien llamada sinequia vulvar.

La localización de esa telilla puede ocultar sólo la zona vulval, y puede ocultar la vagina en su totalidad, dejando el clítoris y el meato urinario para poder hacer pis. Esta última parte genera ansiedad pensando que no pueden hacer pis. Estad tranquilas y tranquilos, las sinequias nunca son completas, son parciales. No producen ningún síntoma, la niña no nota que lo tiene.

¿Cómo podemos prevenir o tratar las sinequias de labios menores?

• Higiene de la vulva de nuestro bebé: Utilizar en casa esponjas suaves, agua tibia y jabón neutro, en muy pocas cantidades. Y fuera de casa utilizad toallitas biodegradables con 99% de agua. La técnica para lavar los genitales femeninos es de vulva hacia ano para evitar arrastrar suciedad y heces hacia la vulva.
•  Cambiar el pañal si observamos que puede estar mojado. Es importante que el pañal este seco, la humedad no ayuda.

Cuando observemos que la sinequia ha aparecido tenemos que tener en cuenta si nuestro bebé empieza con infecciones de orina frecuentes, dolor en la zona vulvar y por debajo del ombligo, o fiebre. Sería importante visitar a su pediatra de zona si comienza con alguno de estos síntomas.
Las sinequias vulvares se irán resolviendo espontáneamente a medida que nuestra bebé vaya creciendo, cuando empiece a caminar, a montar en el triciclo o bicicleta, o cuando se autoexplore.

Las sinequias vulvares, pueden tratarse o no. Pueden llegar hasta la adolescencia, y con el aumento de estrógenos corregirse solas.

Nunca intentaremos separar los labios de nuestra bebé para retirar la sinequia. Puede ser doloroso y traumático, y como os vengo contando se corrige sólo con el tiempo.

Las sinequias son vistas y no vistas. Pueden desaparecer sin darte cuenta, sin tener que vivir ningún episodio de ansiedad.
En la actualidad existe un porcentaje de familias que prefieren la separación manual, inicialmente antes que métodos más conservadores. La literatura demuestra que en un 80% la resolución es espontánea y cercana a un 100% al inicio de la pubertad.

La sinequia vulvar es poco frecuente, pero si de gran importancia, por la angustia que produce a las familias. El diagnóstico suele ser casual, se encuentra cuando vas a la consulta del pediatra por otro motivo.
Mi humilde recomendación es esperar, no adelantar acontecimientos, confiar en el proceso vital, y acompañar a nuestras hijas con una tranquilidad absoluta.

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