lactancia materna, una opción muy personal

Cuando nos quedamos embarazadas, ponemos la mirada en el parto y en la lactancia. Pero la energía, la fuerza y la preparación del parto suelen acaparar y desbancar la mirada a la lactancia materna. Sin embargo, muchas son las preguntas y las llamadas que recibe una asesora de lactancia en el postparto inmediato.

Una de las recomendaciones que hago durante mi acompañamiento en el embarazo es una consulta de lactancia materna durante la semana 36 a la 38, así como el acompañamiento en la lactancia materna pasadas las 48 horas, a la semana y al mes del nacimiento. Y sin olvidar el consejo de participar en grupos de lactancia materna en el último trimestre, que por norma general se recomienda mantener después del parto. Estos grupos de lactancia son vitales para acompañarnos desde vivencias similares, donde aparecen inseguridades compartidas, y como centro de desahogo sobre la llegada de la maternidad a vuestras vidas.

Tras el parto aparecen muchas de las inseguridades, y en ocasiones, los fracasos de la lactancia materna que se producen en estas primeras horas tras el parto. Por eso me gustaría contar desde el principio qué pasa cuando finaliza el parto y tenéis a vuestra criatura mirándoos a los ojos, sin pestañear.

Es importante saber que la «hora dorada» es la primera después de que nace el bebé. Cuando nos referimos a partos respetados, las personas que asisten el parto reconocen que esta hora es exclusiva para el bebé y la mamá, una hora donde lo importante no es pesarle, sino acomodarle en el «piel con piel» con su mamá, para regular la temperatura del recién nacido, reducir el estrés y favorecer el apego entre madre y bebé. El piel con piel durante esa primera hora consolida y garantiza una lactancia materna firme y fuerte. Y a las mujeres nos alivia tras los momentos vividos en el parto. Os traigo una curiosidad, la OMS recomienda que el contacto piel con piel dure al menos unas 20 horas diarias durante la primera semana de vida.

De esta forma, después del periodo expulsivo en un parto respetado, y siguiendo vuestra voluntad en el plan de parto, vuestra criatura se coloca en vuestros brazos o encima de vuestro abdomen haciendo piel con piel. Mientras está encima de vosotras, se realiza el corte del cordón umbilical cuando este deja de latir, y se alumbra la placenta. Es entonces cuando la mayoría de los recién nacidos empiezan a reptar hacia nuestro pecho, con una ligera ayuda en sus extremidades inferiores por nuestra parte, hasta que encuentran el pezón. Lo ideal es que lo encuentre antes de la primera hora después del nacimiento. Esto anticipa una garantía de lactancia materna instaurada. Es en este momento cuando olemos a nuestras criaturas, ese olor a vida, que hace que nuestra oxitocina aumente. Las mujeres embarazadas padecen una hiperosmia fisiológica (alta capacidad y sensibilidad del olfato) para que llegado este momento se aumenten, como os decía, estos niveles de oxitocina en la madre. Recomiendo no poner el gorrito hasta pasada la primera hora de vida para facilitar esta conexión entre madre y bebé.

La oxicotina en la lactancia materna

Cuando han encontrado nuestro pezón y se enganchan, nuestros niveles de oxitocina están en lo más alto, nuestra felicidad es tan grande que les dejamos hacer, y nosotras nos relajamos. En estas primeras horas, suelen aparecer nuestras primeras grietas que, en estos momentos de placer absoluto, no vamos a notar, pero que acontecen, generalmente por una mala postura y una insuficiente apertura de la boca de nuestro bebé. Estas grietas y su dolor darán la cara a las 24 o 48 horas tras el inicio de la lactancia, y el mejor tratamiento en esas primeras horas es el Purelan. Hace una película que ayuda a paliar un poco el dolor cuando se enganchan al pecho, en el primer momento de la toma. Una vez pasadas las 48 horas y ya en casa, si las grietas continúan, mi recomendación es aplicar aceite de oliva, y en cuanto llegue la subida de la leche, vuestra propia leche alrededor del pezón antes de que vuestra criatura se ponga a lactar. Estas grietas pueden durar entre una semana y 10 días, siempre y cuando se corrija la postura de nuestro lactante. Pueden incluso sangrar. Si veis sangre en la boca de vuestro bebé, mi recomendación es mantener tranquilidad absoluta y concentraros en seguir lactando con una buena posición de vuestros brazos y un agarre correcto.

En las primeras 48 horas se recomienda dar lactancia materna a demanda. Muchas me preguntáis qué es esto de lactancia a demanda: pues es pasar el mayor tiempo posible con vuestro bebé en brazos, y cada vez que se despierte, ponerle al pecho e invitarle a lactar. Lo único que puede sacar es calostro, es leche concentrada, compuesto fundamentalmente de proteínas y minerales, y va a ayudar a desarrollar su propio sistema inmunitario y prevenir la ictericia (color amarillento de la piel). Como curiosidad, sabed que el calostro tiene una composición similar a la del líquido amniótico, lo que nuestras criaturas han estado tomando durante 9 meses. Para nosotras, el principal estímulo para la producción de leche es la succión del bebé. Cuantas más veces mame, más cantidad de leche producimos. A su vez es un entrenamiento para lo que está por llegar, una lactancia materna consolidada, afianzada.

Durante estos primeros días, recomiendo no utilizar ningún tipo de chupete ni biberón. Tampoco las pezoneras, porque para iniciar una lactancia materna no hay que tener pezones, lo imprescindible es tener areola. La areola va cambiando de color y aumentado su tamaño a lo largo del embarazo, preparándose para este momento. Los signos que nos pueden indicar que nuestra criatura tiene hambre son chupeteo, nerviosismo, cabeceo, llevarse los puños a la boca, sacar la lengua… De esta forma, si sospechamos que tiene hambre le ponemos a lactar. Para colmo, cuando el bebé empieza a lactar, el útero empieza a contraerse, y esto facilita la expulsión de los restos de sangre de nuestro útero en estas primeras horas tras el parto. Como veis, todo forma parte del perfecto engranaje que es el mundo de la maternidad y su fisiología.

Recomendaciones

Otra recomendación es tener a nuestro bebé sólo con el pañal y una toquilla o muselina. El pañal es por el meconio, que suele expulsarse en las primeras 48 horas. Nada de bodies, ni ropita. El calor de su piel con la nuestra es como una estufita.

La alimentación de la mamá debe ser como hasta ahora, variada y saludable. Un buen regalo para una mujer recién parida es una cesta de frutas, para esos dos días estar comiendo fruta entre horas. Otro escaloncito es la pesada de vuestra criatura al alta. Ya al nacer tienen un percentil, y es la referencia desde donde los pediatras se orientan para la toma de algunas decisiones. Lo normal tras el nacimiento es que pierdan peso. Se conoce como pérdida de peso fisiológica neonatal. Lo normal es que pierdan entre un 5% y un 7% de peso. Puede ocurrir que la pérdida sea de un 10%, y en el caso de un bebé nacido ya con un percentil bajo, esta pérdida del 10 % en las primeras 48h podría hacerle candidato a quedarse ingresado para coger peso antes de ir a casa.

Los bebés recuperan el peso que tenían al nacer entre los 10 y 15 días de vida. Así, para algunas mamás, la primera consulta para saber si recuperó el peso del nacimiento puede ser un momento muy estresante. Por esto, voy a subir un estudio que demuestra que entre el 15% y 25% de los bebés tardan más de dos semanas en recuperar su peso (1). Con esto quiero demostraros que no todas las criaturas engordan igual, y que lo importante es lactar, confiadas en que estamos alimentando a nuestrxs hijxs.

Subida de la leche y peso del bebé

Como os decía antes, pasadas las primeras 48 horas y coincidiendo con la llegada a casa si pares en un hospital, empezarás a notar la subida de la leche. Es entonces cuando debes continuar dando a demanda para ayudar a que la subida sea menos dolorosa. Es recomendable tener un sacaleches para estos días, puesto que a veces nuestra criatura no puede ingerir tanta cantidad de leche, y puede ser ideal empezar a realizar un «banco de nuestra leche». Esto va ayudar a prevenir ingurgitaciones dolorosas o posibles mastitis. En ocasiones, la mamá puede tener febrícula, incluso fiebre. Si vuestro cuerpo lo necesita, podéis tomar Paracetamol, es compatible con la lactancia materna.

Otro tema que os preocupa en estos primeros días es si el bebé estará cogiendo peso, si le estoy alimentando. Con un biberón sabemos la cantidad de leche que está ingiriendo, pero con la lactancia materna es un misterio. Por eso quiero contaros un truquito infalible. Para no obsesionarnos con la báscula, os recomiendo durante los primeros 15 días ponerles las mismas ropitas, los mismos bodies. Lavar y poner, porque veréis si van rellenando esa ropita de primera puesta. Ya tendréis tiempo de ponerle toda la ropita que os han regalado. Esta es la mejor pista para saber que está siendo alimentado. Vigilar el color de las cacas y si hace pis, porque también os orienta sobre si hay tránsito, y si está siendo alimentado fructíferamente por su mamá.

La lactancia materna exclusiva es recomendable durante los seis primeros meses de vida, y con una alimentación complementaria adecuada, hasta los dos años o más. Dar de lactar a nuestras criaturas es una decisión que únicamente debe tomar la mamá. Es una decisión que no debe ser señalada ni juzgada. La lactancia materna es una opción para la que tenemos que estar preparadas, para vivirla y disfrutarla. Intentarlo, conseguirlo o asegurarla depende mucho de la decisión de la mujer, el apoyo y la información con la que cuente. Es verdad que no suele haber un trabajo previo de la lactancia materna, y que muchas os encontráis con vuestra criatura en brazos sin saber qué tenéis que hacer. Es en este momento cuando me encuentro con un montón de experiencias que no tardáis en compartir, muchas de ellas experiencias desagradables, que no es el momento de contar. La única verdad absoluta es que las propiedades que tiene la lactancia materna son excelentes, pero también es importante tener un buen parto para disfrutad de una buena lactancia. Sea como sea, lo ideal a veces nos supera, y es importante que la decisión que se tome sea coherente con la manera con que la mujer lo vive. Bastante altruista es la crianza como para empezar a juzgar a las mujeres por su decisión respecto a la lactancia materna.

Referencia:

  1. Ian M. Paul, MD, E ric W. Schaefer, MS; Jennifer R. Miller, MD; Michael W. Kuzniewicz, MD; Sherian X. Li, MS; Eileen M. Walsh, MPH; Valerie J. Flaherman, MD. «Weight change nomograms for the first month after birth». Pediatrics. Vol 138, 6.
  2. Web: https://publications.aap.org/pediatrics/article-abstract/138/6/e20162625/52570/Weight-Change-Nomograms-for-the-First-Month-After?redirectedFrom=fulltext