Fiebre en niños y niñas
Me gustaría empezar diciendo que la fiebre es amiga, sólo hace que nuestro cuerpo se reactive, reaccione. Es un mecanismo de defensa. Dicho así debería tranquilizar, ¿verdad? Pues no, muchas familias viven agobiadas con la elevación de la temperatura corporal por encima de 38 grados.
¿Cuál es la función de la fiebre?
¿Y si os cuento que la fiebre nos avisa de alguna infección? De hecho, la fiebre hace que las defensas de nuestro cuerpo actúen de forma más eficaz. ¿Ahora mejor…? Bueno, tanto si es así como si no, te animo a que sigas leyendo.
Es importante saber que hablamos de fiebre cuando la temperatura axilar está por encima de 38.
Medir la fiebre parece fácil, pero no lo es. Cuando se mide la fiebre axilar hay que tener en cuenta la posición del brazo. La mano del brazo en el que tomamos la fiebre, debe ir sobre el pecho y hacia el hombro contrario. La medición más eficaz es la axilar, aunque en lactantes se puede medir en la temperatura rectal, sabiendo que siempre será más alta, hasta un grado más. La fiebre tiende a ser más alta por la tarde, y puede acompañarse de temblores, respiración rápida, chapetas o cara sonrojada, labios rojos y calientes, y hasta convulsiones febriles, si la temperatura corporal sube rápido.
Hay una frase muy sabia que dice que la fiebre no es peligrosa, es molesta. Se cita en el libro “Dos pediatras en casa”, libro que os animo a que leáis. Como decía, la fiebre es molesta, por eso es importante observar cómo está nuestra criatura. Si está decaídx, apáticx, y no quiere jugar, no hay que esperar a que le suba la fiebre para darle el antitérmico que uséis habitualmente.
Cuando la fiebre dura menos de 3 días y no tiene foco (vocabulario sanitario, quiere decir que no tiene otros síntomas), y si además tiene buen estado general, recomiendo esperar, puede no ser necesario ir al pediatra o a urgencias, siempre y cuando no cumpla las recomendaciones que escribo al final de este post. Algunos pediatras denominan esta fiebre “fiebre del niño sano”, que desaparece en menos de 72 horas (a veces puede durar sólo 24 horas). En esta fiebre sólo debemos vigilar cómo está nuestra criatura. Si no está decaída ni apática podemos esperar a hacer uso del antitérmico.
La fiebre con foco se llama así porque viene acompañada de síntomas como tos, mocos, dolores musculares, y/o dolor de garganta. En este caso, y siempre valorando el estado general de nuestra criatura y las recomendaciones de cuando ir al pediatra, se recomienda dar antitérmicos, y si los síntomas van a más o están con dolor, por ejemplo de garganta, aconsejo ir al centro de salud.
Tenemos dos alternativas para bajar la fiebre: antitérmicos orales o rectales. Sabiendo que los más efectivos son los que se administran por vía oral.
¿Debemos alternar dos antipiréticos orales, Paracetamol e Ibuprofeno? Es una de las preguntas más frecuentes que me hacéis. Ambas opciones son buenas para bajar la fiebre. Siempre recomiendo como primera opción Paracetamol en la fiebre sin foco, cuando no hay síntomas de catarro ni dolor pero le notáis decaída, sin ganas de jugar. Si no se consigue bajar la fiebre con Paracetamol cada 6 horas y mantenemos cifras por encima de 38, se puede utilizar Ibuprofeno, es lo que llamamos medicación de rescate. Pero no recomiendo dar Paracetamol e Ibuprofeno a intervalos de cuatro horas de manera sistemática.
Contaros que los antitérmicos no bajan la fiebre más de un grado, grado y medio. No esperemos que de 38,5 la temperatura baje a 36º.
Actitud para tratar la fiebre en casa
El primer mito a desterrar es el baño de agua tibia. Ya no, familias, no está recomendado, por su falta de eficacia, porque la mejoría es momentánea y por el mal rato que les hacemos pasar.
El segundo mito son las friegas con alcohol, y pasa igual que los baños de agua fría o tibia.
Si que es importante hidratar durante la fiebre, que tomen líquidos. Puede ser agua o zumos de vitamina C. Si son lactantes, mucha lactancia materna.
Os recomiendo que facilitéis su reposo, que esté tranquilo mientras tenga fiebre.
No taparles con una manta, si queréis si puede ser con una muselina o una sábana… para que se sientan confortables.
¿Cuándo debemos acudir a urgencias?
- En niños y niñas menores de 3 meses con temperatura de 38º o más.
- Si aparecen signos de deshidratación (ojos y/o labios muy secos, pañales más secos de lo normal, piel que parece arrugada…)
- Si aparecen petequias. Son manchas en la piel, similares a los lunares, sin relieve, que no desaparecen cuando presionas o estiras la piel.
- Cuando está en un estado de decaimiento mantenido, tanto con fiebre como sin fiebre.
- Si aparecen convulsiones. Cuando aparecen en el momento de fiebre, suelen ser banales, pero deben ser evaluados por un médico.
- Si hay pérdida de consciencia.
- Si existe dificultad respiratoria, cuando notáis que tiene que hacer mucho esfuerzo para respirar.
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