Cantar nanas en el embarazo

En este post os cuento los beneficios del canto durante el embarazo, así como mi experiencia con mis cuatro hijxs.

Hace unos meses una amiga me mandó el artículo que os adjunto debajo de mis reflexiones. Se titula “los efectos de las nanas sobre la vinculación, el comportamiento de los bebés y el estrés materno percibido”.

Siempre he sentido que la música te evoca recuerdos vividos, estados de ánimo y la recreación de sueños e ilusiones.
Todo cambia si no sólo escuchas música, sino que además la cantas con tu emoción, tu voz y tu cuerpo. Si a todo esto le sumas que estás gestando una vida dentro de ti, la mezcla es mágica, perfecta, muy rica de compartir.

Cantar durante mis embarazos

Durante mi primer embarazo, empecé a cantar canciones de mi infancia, esas canciones que sabes sin querer, esas que al cantarlas salen solas. Las tarareaba, las bailaba, y a veces las acompañaba dando palmas. Al nacer mi primer hijo, en casa cantábamos esas canciones, para dormirle, bañarle o para hablarle desde la musicalidad. Mi compañero de viaje, y padre de mi hijo, rescató canciones que le cantaba su tía, a él y a sus primos cuando veraneaba con ellos, y que yo también aprendí.

Cuando teníamos ratitos complicados, siempre coincidiendo con la puesta de sol, solíamos cantar y cantar, y os cuento que la mayoría de las veces nos reconectaba y nos tranquilizaba. A nuestro hijo y a nosotros. Recuerdo que a veces cuando mi hermana intentaba dormir a nuestro hijo, reproducía nuestras canciones, les daba la entonación, como si se tratase de nuestra propia voz, y funcionaba. Conseguimos relajar al máximo, y encontrar ese estado de bienestar familiar.

Con nuestra segunda hija, continuamos cantando. Con nuestro tercer hijo reprodujimos la misma manera de hacer, pero con él cantábamos el cuarteto al completo. Ahora, con nuestra cuarta hija, a veces le cantamos todxs, a veces le canta su hermano, le canta su hermana. La verdad que fue algo que no planeamos, pero que nos funcionó, y que practicamos desde entonces, a veces para dormir, otras para vencer el aburrimiento, y algunas veces para encontrar un remanso de paz en nuestra humilde morada.

El hecho de cantar canciones de mi infancia, nanas, a mis criaturas, me hizo recobrar mis sensaciones del pasado, mi infancia, mi niñez, a través de mi voz. Conectaba con la voz de mi mamá, de mis tías, y sentía como revivía esas voces en mi corazón. A través de la mía y cantando a mis criaturas, recuperaba las voces de esas mujeres, de mamás, de abuelas, un código de generación en generación que nos llega a través de la música y el canto, y que es la mejor herencia vital que podemos transmitir. Sin querer hemos recuperado la magia de nuestros ancestros, ofreciendo su voz a nuestra sociedad actual y confiando en que sus voces acunarán el mundo del mañana.

Cantar tienen múltiples beneficios para madre y bebé

La matrona que nos guió en uno de nuestros partos, me dijo algo muy importante: la laringe y la faringe están en conexión constante con nuestro útero y nuestra vagina. En el estudio que os recomiendo tras estas palabras se exponen muchos más beneficios para la mujer y el parto.

En este estudio publicado en 2017, que rescata las nanas como recurso en la relación madre-bebé, se observaron más de 160 diadas madre-bebé desde la semana 24 de gestación hasta 3 meses después del parto. Según este, tras el nacimiento, las mujeres que cantan nanas se muestran más seguras en la relación, más vinculadas y con menos estrés percibido. Los bebés presentan menos episodios de llanto y cólicos, así como una reducción del despertar nocturno postnatal. Señala también que las mujeres embarazadas se benefician de la musicoterapia en términos de reducción de estrés, ansiedad y depresión.

Queridas mujeres, queridas familias, cantemos a la vida, hagamos nuestra vida cantando, con nuestras criaturas al frente, enseñándoles una herramienta tan sana, lúdica y gratificante como sacar de nuestras entrañas sonidos, melodías, arte, y ganas de compartir nuestras canciones con las nuevas generaciones.
Una recomendación que os hago para empezar a cantar y reconectar, es la colección de Kalandraka “de la cuna a la luna”. Son cuentos cortos que van acompañados de canciones sencillas y muy pegadizas. Si alguna familia necesita oír las canciones cantadas, escribid un comentario en mi muro y será un placer colgar en “historias” esos cuentos cantados.

 

Y tú, ¿cantas a tus hijxs? ¿Cuál ha sido tu experiencia? Cuéntame en comentarios. 

En el siguiente enlace te dejo el artículo de los beneficios del canto durante el embarazo que hago mención en el post.

«La música llena el infinito entre dos almas»