La tetanalgesia
Son muchas las familias que sufren los días previos a la administración de una vacuna. Se convierte en un sufrimiento difícil de gestionar. Someter a nuestras criaturas a una situación vulnerable nos hace sentir miedo, desconfianza y en algunas ocasiones negación. De aquí la importancia de conocer la “teta analgesia”, como receta para el acompañamiento de nuestro bebé.
Este concepto se basa en los efectos que produce la lactancia materna y el piel con piel de madre-bebé como medida analgésica sin utilizar ningún tipo de fármacos, solo favoreciendo los efectos de bienestar que tiene la lactancia. Se puede utilizar para recién nacidos, lactantes o niños que son amamantados, sin importar la edad.
El hecho de amamantar mientras se realiza una técnica dolorosa al bebé o cuando se realizan pruebas o maniobras molestas para ellos (como pueden ser la prueba de talón en los recién nacidos, vacunaciones, extracciones sanguíneas para análisis, canalizaciones de vías periféricas), está demostrado por distintos estudios1 que tiene efecto analgésico. El piel con piel produce la liberación de endorfinas, que sumadas a las que contiene la leche materna, genera una sensación de bienestar que mitiga en cierta medida el dolor. No nos olvidemos: amamantar no solo alimenta, sino que reconforta y provoca un efecto placentero, especial, casi mágico en tu bebé o niño pequeño.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tetanalgesia es una técnica que se enmarca en las prácticas correctas de la vacunación. «Es conveniente dar el pecho a los lactantes durante la vacunación o inmediatamente después».
Desde la OMS, se considera que «es importante ayudar a los países que llevan más retraso en este sentido a aumentar las tasas de inmunización, y a cumplir el objetivo de la nueva estrategia mundial de lograr el máximo grado de salud para las mujeres, los niños y los adolescentes. El miedo al dolor que puede causar la vacunación puede infundir dudas en los padres. Si logramos que se apliquen estas medidas, los países alcanzarán y mantendrán unas tasas de vacunación más elevadas que permitirán prevenir enfermedades”.
Este concepto, este método eficaz durante una técnica invasiva tiene una repercusión importante entre distintos actores intervinientes:
Para el bebé, porque es un alivio inmediato del dolor, junto con el confort y la tranquilidad de sentirte en brazos de la mamá.
Para la mamá, porque la implicación activa ante un momento de conflicto externo, ajeno a ella, pero con su bebé como protagonista, hace que se sienta como una parte importante, a la hora de ayudar y transitar junto a su bebé esa situación adversa. La mamá comparte ese papel de protagonista, generando bienestar y tranquilidad en su bebé.
Para el personal sanitario, ya que durante las técnicas invasivas hay una contención necesaria para asegurarnos que no vamos a tener complicaciones. Una contención que garantiza a menudo la seguridad para el bebé y una correcta realización de la técnica. Así, pedir a la mamá que sea ella la que acompañe a su bebé, y le sujete, nos hace trabajar de manera más armónica. Además, se fomenta la lactancia materna como potenciador del bienestar del bebé.
¿Cómo se realiza este método?
Se coloca al bebé al pecho antes de realizar la técnica dolorosa. Cuando esté bien enganchado y mamando eficazmente, se lleva a cabo la acción. Hay casos en los que dan un respingo y siguen mamando sin soltarse de la teta, y otros bebés que empiezan a llorar y se consuelan muy rápido al oler a su mamá cerquita.
Cuando se trata de la salud y la enfermedad de nuestras criaturas, siento por mi experiencia clínica, que las familias nos delegan sus cuidados. Lo siento como enfermera pediátrica. Las familias sois una parte muy importante en los principales cuidados. Y en los momentos, en los que la mama o el papa sienten que pueden colaborar con el personal sanitario, hace que el proceso de aceptación y recuperación sea más consciente y reparador.
Bibliografía
Casado Gómez et al. “Evaluación de los conocimientos y de la aplicación de la tetanalgesia en una unidad de neonatología”. Enfermería Global. 2015; 14(2):33-41